IM-Perdible

Necesitaba 1 imperdible, mi camisa tenia un hueco, no encontré ninguno y salí de casa como estaba. De nuevo intente abrir los ojos, si no arrancas cuando el día arranca contigo, no arrancas en definitiva. La vida seguía y yo quería alcanzarla, me comí 3 galletas de chocolate y las endorfinas tuvieron apenas un leve efecto calmante. Supe que no había ayuda exogena que me levantara.

Tenia la leve sensacion de estar sobrando en mi propia casa. Tenia la grosera intuicion de desplazo y la urgencia de huir. La falta de sentido es capaz de matar y yo salia en busca de alguno.

Camine, camine, camine rumbo al trabajo. Agua salada en mi labio, venia del ojo derecho, mientras el izquierdo se resistía y atrancaba la siguiente lágrima. "Espero no asustarte" decía el pedazo de canción Soledad de Bersuit Vergaravat y en ese mismo instante paso por detrás un hombre en bicicleta que casi me mata del susto. De nuevo: -"niña no quise asustarla".
Eche a llorar y quisiera saber la razón, me conformo con pensar que me pasa esto porque nací en un cuerpo femenino y que solo puedo resigname al ataque emocional que sentire dos veces por mes hasta la menopausia.

La vida seguía y yo seguia queriendo seguirla. El bus pasaba a 3 cuadras adelante, rapido y sin intencion de parar. El llanto tuvo que esperar, la urgencia siempre va primero. Se habia venido la prisa sin ser esperada. Corrí como si estuviera en una carrera. Subí agarrada de una mano y los dos pies aun en el aire, me senté jadeando en la silla. La lágrima puede esperar cuando hay que andar a paso rapido.

Camine, llegue a la siguiente parada, me paro un bus que estaba tan lleno que si yo entraba, alguien forzadamente hubiera tenido que salir por alguna ventana. El sol hinchaba las extremidades, no se si soy la única que se dilata tanto en los días de calor, pero los poros se me abrian despiadados. Espere y subí en el siguiente, este si tenia espacio de sobra, pero solo avanzaba hasta la mitad del recorrido. Llegar a mi trabajo es un trabajo en si mismo.

Subi, me instale, asome a la ventana de ese espacioso bus, note que en el borde de la rendija habia un imperdible. A veces encuentro respuestas en las cosas mas vacías. Lo coloque en mi bolsillo. Me baje a la mitad del camino, como estaba advertida. En el trayecto de subir al otro colectivo ya lo habia perdido. Seguramente alguna otra persona tenia algún hueco mas urgente que tapar, talvez mis hoyos no necesitaban imperdibles, o talvez mis im-perdibles eran muy perdibles...

Luchando por llegar a un lugar, por el que peleo cada mañana sin saber por que. Si cambio el destino, seguramente me cueste llegar también. Citricos los dias y adictiva su acidez en una vida que no solo sabe dulce. Para los huecos: los imperdibles y para los vacios...alguna cosa que deje de perderse.