Xenofobia a mí

Rechacé las manos extranjeras
a mis visiones,
a mis moretones
exilié sus ayudas

Sin imaginar siquiera
que sus bolsillos cargaban
visas y conocimientos
sin ningún veneno

Solapadoras ellas
sin conocer a quien observan
las películas negras
que cubren mis corneas

Opacas digitan las huellas
de estas manos con que abrazo
las bendas que me ciegan

Las yemas llenas de espuelas,
de caricias hincones
besos errores

Ignoro el motivo
y atranco las puertas
no hay bienvenida
que se avecine natural

No es placer planear
y he debido hacerme de nuevo
re inventarme, completa

A mi sordo pensamiento
el tiempo mecedor
lo volvió redundante
lo convirtió en mi verdugo

Miradas convulsivas
nerviosas huyen
del extraño que encontré
en la banca disponible
de esa también foránea
mente a la que suelo
llamarle mía