martes, 7 de agosto de 2007

Sólo unas cuántas ésta vez

En este espacio que ni vacío ni espacio, tengo la libertad tan prestada como para poder abrir/estirar las piernas, pero no del todo. Y boicoteando la salida, me quedo en esta jaula, ni pájaro ni alpiste, nada que me pertenezca en ella.

Dejo entonces la queja que me acompaña y digo sí, aunque no sé a qué. Talvez a ella, con quien me comprometi aquella vez que se fijó en mí sin poderme entonces dejar tampoco. Sí, un sí rotundo a ella, a esta vida que encarno a veces con demasiado pesar y otras con agradecimiento infinito.

Pero no es de eso que he querido hablar, sino de cualquier otra cosa que me aleje, porque las palabras en sustitución de alguna droga han sabido darle cabida a la imaginación y romper con el tedio del que me rehúso ser presa. El aburrimiento digno de vivir la realidad tal como viene, sin placebos, sin ilusiones del sentido, la vida de un solo pepo y aunque digna me siento de eso, no es asi del "no saber que hacer", ante eso, prefiero la jaula, sin el pájaro y sin el alpiste.

Pero en mente divertida (en el sentido Artaudiando de la palabra) no hay aburrimiento y en caso de que así lo sea, pues es un lío muy personal, (el que no tiene nada que hacer está en serios problemas, que no haya empleo no quiere decir que no haya en qué trabajar) éste mundo necesita de muchas manos, mucho esfuerzo y muchas mentes ocupadas en algo bueno (bondad no en el sentido moralista, mas bien “bueno” como en pro del desarrollo y de la evolución metafísica del ser humano, como especie)

-”Baja la marcha” me dice la voz de Thom Yorke en The Tourist que suena en mis oídos, en contraposicion al aceleramiento que me da la sensacion de tener dinamita en las manos en estos momentos y éstas alborotandose de un lado al otro, escriben apresuradamente (ese movimiento epiléptico que hacemos los mortales cuando pretendemos encontrar en el soplido del viento algún alivio momentáneo a algún ardor, tal como las movemos cuando nos quemamos o nos golpeamos, esos movimientos innatos que obedecen a reflejos nerviosos y al peligro)

...Cambio la música y el nivel de velocidad de mis dedos sobre el teclado no ha mermado. Y aunque la luna llena ha fraguado ya hace algunos días, parece ser que los estímulos externos son meras excusas, yo tengo cosas que decir y punto.

Ya no son ni los “qués” los que mueven a estas manos a escribir, sino los “cómos”. Han dejado de ser explícitos los temas, y han sabido ser las tramas las que incitan al alboroto de manos a acercarse al teclado. Tratando de que no se pierdan en la banalidad, intento no dejar que la necesidad imperante por plasmar letras me lleve a crear formas sin fondo, porque mis convulsiones no tendrían sentido de ser así.

Y aunque esto escrito creo que pretendía ser una especie más bien de petición, algo así como una frase bonita y clicheada "Ayudémonos, nos queda de tiempo muy poco o quizás nada, la vida no esta comprada! ". Pero digo NO por primera vez en el día y esta vez es a eso, a caer en la exhortacion y me quedo en la metáfora por hoy.

Las cosas que hacer a hacerlas y las que decir, a decirlas. En cuanto a la forma, eso es algo que aun estoy buscando.

Amor, amor...lo habré dicho bien?

Ps: léase “amor amor” como aquella con quien me comprometi

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